CASTILLO DE BLANCA
La fortificación se encuentra
enclavada en un cerro elevado de la Sierra del Oro.
La fortificación de Blanca
remonta sus orígenes a época islámica, cuando se construye una estructura
fortificada sobre la llamada Peña Negra, que le dio la denominación original a
la población musulmana. Levantada en un punto estratégico del valle de Ricote,
tuvo un papel destacado en el levantamiento de Yusuf Ibn Hud, el rey musulmán
de Murcia, contra los invasores almohades.
Con el pacto de Alcaraz
(1243), por el cual daba comienzo el llamado protectorado castellano sobre el
reino de Murcia, todo el valle ricoteño pasa a manos del noble castellano
Enrique Pérez de Arana, y bajo la tutela directa de su gobernador, Pedro Peláez
de Contreras. Muy poco después, Alfonso X el Sabio incorporaba el territorio a
la jurisdicción del concejo de la ciudad de Murcia.
Los restos
más destacados del conjunto fortificado están formados por tres torreones
unidos por dos cortinas donde el cubo de en medio es de menores dimensiones que
sus flanqueantes. Este sistema cerraba el recinto por uno de sus lados, y
alberga en su interior un posible aljibe excavado en la roca. A partir de estas
estructuras se pueden apreciar los arranques de una muralla apenas conservada,
que confiere una planta irregularmente rectangular cuyos lados más largos se
extendían en sentido noreste suroeste.
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